By Carlos Adrián García Rodríguez
La carrera a por el trozo de «pastel»
Hoy se ha presentado oficialmente en el Club Nacional de Prensa en Washington D.C. la Asociación Agrícola de Estados Unidos para Cuba (USACC por sus siglas en inglés). En el acto estaba prevista la participación del Secretario de Agricultura, el gobernador de Misouri y varios senadores y congresistas.
En realidad, la USACC existe desde comienzos de 2014 y en ella participan la Asociación Americana de Soya, la Asociación de Refinadores de Maíz de Illinois, el Grupo de Trabajo de Cuba, los Productores de Soja de Illinois, la Asociación Internacional de Alimentos, la Asociación Nacional de Departamentos Estatales de Agricultura, la Asociación Nacional de Productores de Trigo y Cebada y el Consejo Nacional del Pollo, entre otras.
Sólo en 2012, Minnesota exportó unos 26 millones de dólares en productos agrícolas a Cuba. Y en 2013, unos 20 millones. Este año, Carolina del Norte exportó a Cuba, más de 8 millones de dólares. (1)
A finales de enero, una delegación de funcionarios norteamericanos, encabezada por la Secretaria de Estado adjunta para Latinoamérica, Roberta Jacobson, será «la primera misión de alto nivel a la isla». Se tratarán básicamente temas migratorios, pero también, de Derechos Humanos. (2)
A pesar de los pesares
El día 23 de diciembre pasado escribí en este mismo blog que Barack Obama y Raúl Castro tendrían que lidiar en lo inmediato con «las fieras desatadas por el ‘acercamiento'»: Obama, con la resistencia interna de los cubanoamericanos y su lobby esencialmente republicano; pero también con la resistencia externa del gobierno cubano a ceder en materia de Derechos Humanos. Castro, por su parte, tendría que vérselas con la desconfianza hacia el enemigo histórico -los E.U.A.- y con el malestar de la propia improvisación; pero también -y sobre todo- con las expectativas de cambio reforzadas de la sociedad civil cubana, tras la noticia. (3)
Estas palabras resultaron ser premonitorias.
A pocas horas de los discursos de Obama y Castro aquel 17 de diciembre, la voz de Tania Bruguera, una artista plástica internacionalmente reconocida -y, por tanto, escuchada-, se elevaba en Internet no con simples opiniones sobre el suceso, sino con una serie de exigencias y un reto dirigidos a Raúl Castro.
Como cubana, exigía:
– «que se nos deje saber cuáles son los planes con nuestras vidas»
– «que se establezca como parte de esta nueva etapa un proceso de transparencia política en donde tengamos todos un espacio de participación y el derecho a tener una opinión diferente que no sea castigada»
– «que no haya privilegios ni desigualdad social [dado que] (l)a Revolución Cubana ha repartido el privilegio como equivalente de un sentido de confiabilidad […] sinónimo de fidelidad a los que están en el Gobierno o con él»
– «que no nos definan los mercados ni el uso que pueden hacer de nosotros los gobiernos. […] ¿Cuál es el plan para no reproducir los errores de los demás países del ex campo socialista? ¿Para no convertirnos en la Cuba de 1958? ¿Para reparar el abuso emocional al que ha sido sometido el pueblo cubano con la política en los últimos años? ¿Cómo asegurar que haya justicia social y material? ¿Cómo asegurar que no seremos una colonia ni que tendremos que aceptar sin cuestionar a los nuevos proveedores materiales como ha sucedido antes con la Unión Soviética o con Venezuela?»
– «que se pueda manifestar pacíficamente en la calle a favor o en contra de una decisión del Gobierno o para reclamar derechos políticos y sociales, sin temer a represalias»
– «que se reconozcan legalmente asociaciones y partidos políticos que tengan diferentes puntos de vista del oficialismo»
– «(q)ue se descriminalice el activismo cívico, la sociedad civil y aquél que tenga un punto de vista diferente»
– «(q)ue se establezcan unas elecciones directas donde puedan participar todos los partidos, y que las discrepancias ideológicas se resuelvan con argumentos y no con actos de repudio»
– «[que exista] el derecho a ser seres políticos, no sólo entes de la economía o de canje simbólico para hacer historia»
– «[que se sepa] cuáles la idea de nación que estamos construyendo».
Y retaba finalmente a Raúl Castro:
«Hoy como artista te propongo Raúl poner la obra El susurro de Tatlin #6 en la Plaza de la Revolución. Abramos todos los micrófonos y que se escuchen todas las voces; que no sea sólo el resonar de las monedas lo que se nos ofrezca para llenar nuestras vidas. Que los micrófonos no sigan apagados. Aprendamos a hacer algo con nuestros sueños.
Hoy me gustaría proponerle al cubano donde quiera que esté que salga a las calles el próximo 30 de diciembre a celebrar, no el fin de un bloqueo/embargo, sino el principio de sus derechos civiles.
Asegurémonos que sea el pueblo quien se beneficie de este nuevo momento histórico. Patria es lo que nos duele.» (4)
«El susurro de Tatlin» es el nombre de una serie de perfomances que Bruguera realizó en el 2009, consistentes en instalar un estrado con micrófonos abiertos para que la gente dijera lo que quisiera. Las primeras representaciones habían tenido lugar al interior de un recinto en el marco de la 10ma Bienal de La Habana. Cada persona que venía al micrófono podía hablar durante un minuto siendo acompañado por una paloma -como mismo lo fue Fidel Castro en su discurso del 8 de enero de 1959. Entonces, la obra se convirtió en un mecanismo para ejercer la libertad de expresión de la que carece ampliamente el pueblo cubano.Y esta vez, Bruguera pretendía hacerlo al aire libre en la plaza central del poder del régimen de Raúl Castro, como forma de tantear los límites de la reciente apertura gubernamental. (5)
En los seis días sucesivos la plataforma virtual #YoTambienExijo acumuló más de tres mil seguidores del evento. Pero, ¿tengo que decir que, a pesar de esto, no hubo tal performance en la Plaza de la Revolución? ¿O no hace falta redundar sobre lo obvio? (6)
Para el 1ro. de enero de 2015, Tania Bruguera había sido detenida arbritariamente en tres ocasiones en los últimos tres días y no se sabía a ciencia cierta su paradero. También hubo arrestos de numerosos disidentes, activistas y periodistas independientes que iban a asistir a «El susurro de Tatlin #6», y por entonces llovieron desde diversas instituciones estatales las acusaciones de «promotores de resistencia y desorden público», «opositores del Estado cubano», etc., así como expulsiones de centros de trabajo y otras clases de presiones sobre los potenciales participantes al evento.
Se levantaron muchas voces en contra del suceso (tan sólo el 30 de diciembre se generó en Internet bajo la etiqueta #YoTambienExijo más de 56 mil mensajes). Pero a mí me interesa una, la de Roberta Jacobson, Subsecretaria de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, que dijo: “Apoyamos a los activistas que ejercen su derecho a la libertad de expresión y denunciamos los arrestos de hoy” (7)
Todos habríamos jurado ese día que el «acercamiento» se iba directamente al cesto de basura. Pero cuando Dios quiere, Dios puede … sin importar lo que digan los santos.
¡Vamos a hacer negocios!
E.U.A. protestó, y Cuba liberó a algunos de los 53 prisioneros políticos que formaban parte del acuerdo previo entre Obama y Castro- además de a los asociados a la obra de Bruguera. E.U.A ha asentido benévolo y la USACC está hoy siendo presentada en el Club Nacional de Prensa.
Con esta lógica de «apretar y soltar» alternativamente la cuerda del papalote, estamos asistiendo al estreno del nuevo estilo de relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Los problemas ahora se resuelven «discretamente», sin demasiado revuelo y sin que la sangre llegue al río. A fin de cuentas, el capital tiene que moverse a pesar de los pesares.
Muy por encima del nivel de la sociedad civil están los gobiernos y las empresas: «Let’s us do bussiness»- parecen decir.
Por el momento, acabo con una frase elocuente de una parte del malestar de la oposición dentro de Cuba -el sector anarquista novosocialista:
«Obama quiere repetir lo que ya hicieron con China y Vietnam. En esos países pactaron con dictaduras comunistas para que se instalaran las multinacionales norteamericanas y del mundo, desarrollando un capitalismo con salarios de hambre y superganancias. Por eso no es casual que entre quienes más saludan las medidas de Obama y piden el levantamiento del embargo, esté un sector de grandes empresarios norteamericanos deseosos de hacer negocios en Cuba. Entre ellos “Ricky J. Arriola, presidente del poderoso consorcio Inktel; los magnates del azúcar y del sector inmobiliario Andrés Fanjul y Jorge Pérez; el empresario Carlos Saladrigas, y el petrolero Enrique Sosa, además de otros emprendedores multimillonarios, figuran entre los activistas del acercamiento binacional. Muchos son de origen cubano, pero todos tienen la ciudadanía estadounidense, por lo que no pueden hacer negocios con Cuba por imperativo del embargo. (El País, España,18/12/14)
[…] Este acuerdo no surge de un día para otro. Es fruto de largas negociaciones secretas, realizadas a espaldas del pueblo cubano. Ni Raúl Castro ni el PC cubano consultaron a los trabajadores y al pueblo. Hace años que hay negociaciones y acuerdos secretos entre EE.UU y Cuba, tanto de colaboración de seguridad marítima como en medidas económicas pese a la existencia del bloqueo.” (8)
Referencias
(1) http://www.martinoticias.com/content/agricultura-cuba-ee-uu-agricola-asociacion-/83779.html
(2) http://www.elmundo.es/america/2015/01/06/54ac2707ca4741c40b8b4580.html
(3) https://carlosolar1.wordpress.com/2014/12/23/durmiendo-con-su-enemigo/
(5) Sobre performance de Bruguera en 2009, ver: https://www.youtube.com/watch?v=B3KOV26APlM
Sobre discurso de Fidel Castro en 1959, ver: https://www.youtube.com/watch?v=HEvw6gcGgT8 . (La Historia a veces se me antoja como los círculos concéntricos que produce una piedra al caer en un lago, pero en ella el último círculo suele ser ya la negación rotunda del primero. Aquel 8 de enero de 1959, luego de su entrada triunfal en La Habana, Fidel ofreció un discurso en que decía: “Esta vez por fortuna para Cuba, la revolución llegará de verdad al poder. No será como en 1895, que vinieron los norteamericanos y se hicieron dueños de esto; que intervinieron a última hora y después ni siquiera dejaron entrar a Calixto García que había peleado durante 30 años, y no lo dejaron entrar a Santiago de Cuba”. La performance de Bruguera reproduce la imagen, pero es indisociable de una premisa opuesta: «Los norteamericanos ya están aquí otra vez». Fidel Castro vive aún hoy físicamente, pero su espíritu ya no, y acaso por eso su voz guarda silencio sobre esto).
(6) Secretos públicos del #YoTambienExijo diseñado para Cuba. Parte I
(7) http://iclep.org/apoya-la-casa-blanca-activistas-detenidos-por-el-regimen-cubano/
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